Groenlandia

El país es maravilloso. No puedes imaginar que cada momento te pueda sorprender aún más que el anterior.

LO MEJOR DEL VIAJE: Los paisajes (glaciares inmensos), ballenas danzando, auroras boreales y las rutas espectaculares.

El viaje en general no estuvo mal ya que el país es impresionante.
En cuanto a los alojamientos, en algunos de ellos los colchones en los que dormíamos estaban sucios.
En cuanto a la comida, entiendo que no hubiera mucha variedad pero tuve la impresión en todo momento de que se nos racionaba la comida, no había opciones para vegetarianos y solo se hacían tres comidas al día algo que no me parecía del todo bien ya que estábamos continuamente moviéndonos y gastábamos mucha energía. Por último me gustaría resaltar que la higiene era casi nula a la hora de manipular alimentos algo que a estas alturas me parece totalmente inaceptable.

Un viaje espectacular y muy bien estructurado a nivel de organizacion, con días más duros de treking con otros más descansados para recuperarte para los siguientes.
Paisajes increíbles y acompañados de un guía antropológo que complementó muy bien el viaje.
Infraestructuras correctas dentro de lo que es el desarrollo turístico del país.

Un viaje extraordinario, al corazón de un paraíso natural, que por desgracia está amenazado por el cambio climático, y eso se observa incluso en el poco tiempo que dura el viaje.
Un estado permanente de asombro.
Paisajes inolvidables, travesías deliciosas por los fiordos, trekkings para adentrarse en toda esa grandiosidad. Un viaje que hay que hacer. Los trekkings son realizables por personas que no sean deportistas ni montañeros habituales, pero hay que tener claro que hay etapas y tramos que son más cansados y complicados de lo que la descripción "sin dificultad" hace esperar.

LO MEJOR DEL VIAJE: La inmersión total en una de las pocas tierras naturales que todavía existen. Conocer una cultura y unas personas tan lejanas y a la vez tan acogedoras. Disfrutar unos paisajes únicos, con glaciares, fiordos, icebergs, lagos, valles inmensos, las iridiscentes y misteriosas auroras, elementos árticos tan distantes. Caminar por aquellos parajes y sentirse en medio de una naturaleza grandiosa y a la vez hostil. Un guía (Francesc Bailón, autor del libro "Los poetas del Ártico") que es antropólogo, gran conocedor del pueblo inuit y que hace que uno se impregne de lo que está viviendo y no sea un mero espectador de grandes paisajes

Quizás se debería avisar más del tipo de trekkings que se van a hacer. Para alguien ajeno al tema, cuando se califican de fáciles y de que una persona en condiciones normales puede realizarlos, no se va preparado para alguno de ellos por ejemplo el del valle de las mil flores. Obviamente se pueden realizar porqué lo realicé, pero debería quedar más claro. Por otra parte y aunque se avisa que se trata de un viaje participativo, no queda claro el tema de tener que trasladar parte del material.

LO MEJOR DEL VIAJE: El guía, y los conocimientos que de la cultura inuit tiene y por supuesto la grandiosidad de los paisajes

El viaje en su conjunto, resulta interesante y hermoso.No obstante,los trekkings los encontré algo más duros de lo que la información previa sugiere (algunos de ellos, los definen como "sin dificultad", resultaban más complejod que lo que el nombre sugiere). También encontre en falta algo más de contacto con la población local, ya que suele transcurrir en campamentos o alberques aislados.