Muy buena.
Un viaje que ha transcurrido sin ningún tipo de problemas.

LO MEJOR DEL VIAJE: La maravillosa gente del barco y el paisaje tan espectacular.

Navegar con el Bark Europa es muy especial. Se trata de un velero de 3 palos que funciona como buque escuela, es decir, debes ayudar en su navegación. No hace falta ninguna experiencia y la tripulación te enseña lo que has de hacer. Subir a los palos es voluntario.

Durante la navegación estarás a turno (4 horas de servicio y 8 de descanso y al mediodía hay dos turnos de 2 horas que provocan la rotación, durante la noche también hay servicio). El pasaje se divide en 3 grupos, uno para cada turno. El trabajo principal consiste en hacer de vigía (2 vigías a la vez) y llevar el timón (2 timoneles a la vez - duplicado por seguridad) y cuando es necesario, ayudar a la tripulación a poner o sacar velas u orientar las velas al viento (todo el grupo que está de guardia). Si alguien no se encuentra bien o está mareado, no participa, pero el resto de su grupo se hace cargo de su trabajo.

A bordo no hay mucha intimidad puesto que se comparte el camarote con otros tripulantes (camarote ...

LO MEJOR DEL VIAJE: El tiempo que se dispone en la Antártida.
El grupo reducido de pasajeros que permite hacer desembarcos pasando más tiempo en tierra y con menos gente (los buques a motor llevan entre 100 y 400 pasajeros, y sólo pueden haber 100 pasajeros a la vez en tierra)
Formar parte de la tripulación porque te permite vivir mucho más el viaje y entender mejor las expediciones antárticas de principos del 1900.
Navegar el pasaje de Drake en un velero de 3 palos.
La tripulación permanente.